miércoles, 15 de julio de 2009

Mentiras (parte 4)

Se escucha claramente que alguien levanta el teléfono del otro lado y que luego de dejar escapar un bostezo susurra: "hola". Ella no puede evitar sonreír al escuchar su voz y lo saluda casi gritando con un "hola mi amor". Él ni le pregunta como se encuentra, lo primero que hace al escuchar su eufórico saludo es decirle que a la tarde iría a verla y que si ella quisiera podrían cenar juntos. Ella no lo piensa dos veces y le dice que es bienvenido a la hora que desee ir y que ella se encargará de preparar una deliciosa cena. Él soltó una carcajada desganada y le dijo "nos vemos" para luego cortar el teléfono. Ella seguía sonriendo como una completa idiota y corrió al baño para comenzar a ducharse, era tan increíble la manera en que simplemente por escuchar su voz pudiera sentirse como la persona más feliz de todo el mundo y era mas increíble aún que lograra llenar cada espacio vacío de su alma el simple hecho de saber que en unas pocas horas él iría a verla. Cuando terminó de bañarse, tomó el primer paraguas que encontró y cubrió su cuerpo con un tapado que le llegaba hasta las rodillas, se calzó los zapatos y tomando las llaves salió disparada al supermercado para comprar los ingredientes de la cena. Y mientras caminaba por los pasillos del supermercado levantó la vista para observar que justo frente a ella se encontraba él.

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