lunes, 6 de julio de 2009

Mentiras (parte 1)

Mientras se bañaba se dio cuenta que ya no podía aguantar, se tapó los ojos para no ver más, se sentó toda mojada en el medio de la bañera y rogó que ningún sonido entrara por sus oídos. Se había hartado de vivir una mentira y de querer que alguien que obviamente la engañaba sintiera algo sincero por ella. Entendió que prefería estar completamente sola antes que ser parte de una mentira que cada vez se agrandaba más y más. Lo pensó durante los quince minutos que permaneció inmóvil sentada en esa bañera y llegó a la conclusión de que tenía que terminar con todo eso. Al levantarse puso ambas manos sobre la canilla y la giró de modo que se cerrara, luego secó con la toalla su pelo, luego su cara y por último su cuerpo. Recorrió la casa completamente desnuda y tomó el telefono sin pensarlo dos veces, marcó el número del gran mentiroso y le dijo que necesitaba verlo. Comenzó a vestirse y peinarse, y antes de que pudiera escapar de sus problemas el timbre sonó. Se acercó a la puerta con la toalla todavía en la cabeza y con una taza de té en la mano, temblando miró por la mirilla y vio que no había nadie del otro lado. Se sentó en el piso al lado de la puerta y mientras tomaba su té esperaba que el timbre volviera a sonar. Pasaban las horas y ella seguía sentada ahí mirando fijo a la puerta y con su taza en la mano, hasta que el telefono suena y ella corre a atenderlo, es imposible no reconocer su hermosa voz. Le dice que surgió un inconveniente y que prefiere verla al día siguiente, ella va a decirle que todo se acabó pero en vez de eso, de sus labios solo salen dos palabras que luego la harán sentir como una completa idiota: "ESTÁ BIEN".

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