jueves, 11 de diciembre de 2008

Es dificil tomar una decisión concreta respecto a esto, y más para mi que soy una persona totalmente indecisa que nunca sabe lo que quiere, que a veces cuando logra decidirse por algo termina cambiando de opinión a los cinco minutos. Lo más importante de todo es que una cosa la tengo bien clara: No es amor. Es atracción fisica y algunas cosas más, es perdonar todas las cagadas que el se pueda mandar, es bancarme su inmadurez, sus caprichos por el solo hecho de que, a mi entender, es hermoso y me gusta. Siempre poniendo excusas para entender todos sus actos de nene inmaduro, siempre diciendo y pensando: Bueno, un error lo comete cualquiera. Y termino cayendo siempre, dejandome enredar en esas redes con las que me atrapa, con las que me engatuza y con las que me ilusiona. Y se vuelve a repetir siempre la misma historia: El se la manda, yo lo perdono y olvido; El se la manda, yo lo perdono y olvido; El se la manda, yo lo perdono y olvido; y todo esto termina convirtiendose en un circulo vicioso en el cual, el no puede dejar de cometer errores y yo no puedo dejar de perdonarlo. Y si, aunque tome una decisión en este mismo momento, sé que me va a ser muy dificil ponerla en práctica porque nada es fácil y menos para mi con mi creciente locura. ¿El olvido? Escucho a mi cabeza y lo olvido, finjo que no existe, dejo de mirarlo, paso a su lado como si fueramos dos extraños. Lo intenté, y no funcionó. No lo miraba, no lo buscaba, es más, hasta lo evitaba pero seguía sin olvidar. ¿Olvidar qué?¿Cómo se olvida algo que nunca fue?¿Cómo? A veces si no fue, igual lo imaginamos en nuestras cabezas, nos ilusionamos hasta que llegamos a creer que alguna vez va a ser, o que alguna vez fue algo cuando realmente no fue absolutamente nada más que un simple juego, o por lo menos para el parece que fue asi. Se pensó que era un juguete y como todo nene me agarró y jugó conmigo, se cansó de jugar y me tiró a un lado, me dejó en un montón con otros tantos juguetes, ya inservibles a su entender. Y sin embargo, todavía me mira y a mi todavía me gusta. Pero él todavía sigue ahi, inmóvil, sabiendo que solo es capaz de jugar conmigo por un simple e inútil medio como es el messenger porque cuando me ve, cuando ve mi cara no se atreve a decir lo mismo que me dice mediante una simple pantalla, no se atreve a hacerse el inmaduro frente mis narices, no se atreve a siquiera saludarme. ¿Cobarde? Si, tal vez esa es la palabra que lo define a él, tal vez no. Tal vez la cobarde soy yo, esa cobarde que por lo menos tuvo las hagallas para soltar un simple 'Hola' que el rechazó, ignoró y supongo también que despreció. ¿Y para qué atreverse otra vez? Uno siempre espera que el otro se atreva y cuando logra atreverse uno, si es rechazado, a veces se cansa y no quiere atreverse más por miedo a quedar nuevamente como 'pesada'. Entonces, ¿para qué olvidar? No sirve de nada, o por lo menos en este momento no es lo que busco, prefiero seguir recordando ciertas cosas y esperar que el tiempo pase, para que aparezca otro en mi vida, uno que no juegue y que no sea cobarde o que por lo menos me guste tanto que haga sacar parte de mi valentía. Esa poca de valentía va a llegar, y con ella el fin de la cobardía.

2 comentarios:

Molly dijo...

m lamento decirlo fatimita pero creo que te estás enamorando.Y si,todos son unos cobardes porque no aprenden a expresarse no sabén como actuar cuanco nos tienen frente a ellos.Es así como nos pierden y cuando nos pierden,quedate tranquila que VUELVEN y vos ya no lo vas a mirar con los mismos ojos que ahora,él se lo pierde por no ser valiente.
Dios somos tan iguales fatiLinda-
Te me cuidas eheh (L)

Say no more dijo...

te amo y pienso lo mismo que la carol pete esa. ajaj eeeeeeeeh que lindo hoy eh eheh (L)
thank you por todo yebua :)