Después en Gesell nos agarramos a piñas. Habíamos ido con un grupo que se llama The Cash. Son dos pibes y una mina que se llama Gladys. Y Ricky le pegó a la mina en el viaje. Llegamos a Gesell y estaba insoportable. Ellos llegaron en la combi y yo en una camioneta. Al arribar a la costa, el resto de la banda no lo aguantaba más. Estaba insoportable: le pegaba a la gente en la calle, se metía en el local de Locuras, agarraba veinte remeras y se la regalaba a la gente que pasaba por la peatonal, le afanaba las ojotas a una pendejita...Era un diablo. Me acuerdo que al lado de donde iban a tocar había un par de patovicas y él les gritaba "¡putos!". En un momento que va al agua, pensé: "Este se muere ahogado". Se sacó la remera, se la tiró en la cara al bañero que medía como dos metros y le dijo: "¡Cuidame la remera, puto!". Cuando salió del mar, creí que iba a estar más fresco pero salió peor. Vinieron a hacerle una nota para el canal zonal y rompió una botella de cerveza contra la pared cuando lo estaban entrevistando.
Carlos Tórtola, último manager de Flema
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