El pájaro canta hasta morir.
El aire le pegaba en la cara, sus ojos llorosos contemplaban atentamente el cielo deseando poder volar. Despliega sus alas y despegando los pies del suelo comienza a volar pero cuando nada podía ser más perfecto, despierta de su sueño y se encuentra nuevamente entre rejas, mirando al cielo azul y entendiendo de una vez por todas que lo estaban privando de su libertad.
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