Orgullo.

Hoy es uno de esos días en los que no tengo ganas de hacer nada, uno de esos días en los que tengo ganas de pensar nada más en mi. Porque después de todo vivo preocupandome por los demás y por sus problemas, vivo pendiente de la felicidad de los demás, fijandóme hasta en el más minimo detalle que puede lograr que esos seres queridos sean felices por un instante. Y algunas veces no quedan más que ganas de pensar solo en mi, en mis problemas, en mi vida pero por sobre todas las cosas en mi felicidad. Simplemente algunas veces merezco ser un poco egoísta y preocuparme por mi, y hoy es uno de esos días. Uno de esos días en los que estoy en mi propio mundo, con mis propios problemas, con mis propias estupideces y con mi propia felicidad. Un día en el que simplemente no existe más que yo aunque suene un poco egoísta. Igualmente con esto no quiero decir que si alguien recurre a mi en este momento no voy a siquiera escucharlo, si alguien llega a interesarse hoy en mi virtud de escuchar no me voy a negar, voy a hacerlo como cualquier día normal, como siempre lo hago cuando alguien lo necesita. Algunas veces aunque admito que son muy pocas trato de ser egoísta para preocuparme solamente por mi y otras pocas veces también trato de ser un poco orgullosa y saber que hay varias cosas que hago bien, dedicar aunque sea solo un minuto a mi misma para aprender a valorar lo que soy. Y por eso digo que hoy es uno de esos días, un día en el que me miró en el espejo y digo 'Pero mirá vos, no soy tan inútil después de todo. Es más, hasta soy feliz'. Tantas veces creí que mi esfuerzo y dedicación para distintos objetivos no servían de nada, que era una simple inútil y que sin mi el mundo no cambiaría en lo absoluto. Pero hoy me doy cuenta que cuando quiero y me lo propongo soy muy útil, que logré muchas de las cosas que quería y que no hace falta ser buena en todo para estar orgullosa de una misma. Por eso es que hoy estoy demasiado segura de dos cosas: Estoy orgullosa de todo lo que logré y me siento feliz por eso.