domingo, 20 de diciembre de 2009

Este capítulo de mi vida está finalizado.

En una historia de amor es obligatorio que participen dos personas, del mismo sexo o del sexo opuesto pero dos personas al fin. En esa clase de historias todo es válido, inclusive herir los sentimientos de la otra persona, y hay algo que también debe ser obligatorio que es el amor mutuo y el deseo de querer dejar todo para conformarse con el simple hecho de que la otra persona sea feliz.
Nos queríamos, nos queremos o por lo menos yo siempre te quise y te quiero y por eso decidí dejarte libre porque de una vez por todas entendí que lo más importante en una relación no es el amor, a veces el mismo existe pero igualmente esas dos personas no están destinadas para estar juntas. Hay algo que no tenemos y que va más allá de si cambiaste o no: la comunicación. Al principio todo parecía perfecto pero luego entendimos que nuestra única forma de comunicarnos era pelearnos y no nos hacía bien o por lo menos a mi no me hacía bien. Así que es ahora cuando pienso y me doy cuenta que me cansé de recordarte porque tu recuerdo y tu presencia me hacen muy mal, y en este momento lo único que quiero es estar sola o estar con alguien que realmente me valore por quien soy.

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