martes, 12 de mayo de 2009

Es increíble y al mismo tiempo inevitable que dedique tantas horas para pensar pura y exclusivamente en vos. Lo correcto sería que te odie después de todas las heridas que abriste y escarvaste pero lo cierto es que son muy pocas las cosas que hago correctamente. No puedo olvidar nada, ni el más minimo detalle, supongo que me aferré demasiado a tu supuesto amor y ahora que todas esas ilusiones se desvanecieron no puedo evitar pensar si fui yo la que hizo algo mal. Era tan extraño que un simple te amo tuyo pudiera calmar hasta las mas fuertes tormentas y tan increible la forma en que me dejaba sobornar por tus abrazos y tus besos. Nunca nadie quiso que esté con vos, todo el mundo me aturdió diciendome que vos no te merecías ni te merecés a una persona como yo pero yo parecía no escuchar, veía y sentía todo pero al mismo tiempo parecía estar totalmente ciega. Siempre acepté la opinión de todos y cada uno de los que odiaban verme sufrir por vos pero siempre creí y sigo creyendo que una relación es unicamente de a dos personas y que no importa para nada lo que un tercero diga. Nunca fui igual a todos y mis pensamientos mucho menos: para todo el mundo, todo lo que él me daba no era suficiente pero a mi me bastaba con ese simple te amo. Me llenaba de felicidad saber que alguien en el mundo pensaba en mi, que alguien en el mundo me amaba. Esa quizás es la principal razón por la que todo esto fue muy devastador para mi. Una mentira está capacitada para hacerte feliz por un tiempo pero en un determinado momento la verdad aparece haciendóte dar cuenta que tu definición de la palabra "felicidad" no era realmente la adecuada. Y ahora, te desvaneciste de entre mis sábanas, desapareciste de un día para el otro sin dejar huella alguna. Lo único que me queda es tu recuerdo y sigo aferrada a él.

No hay comentarios: