viernes, 3 de diciembre de 2010

Quisiera pero NADA dura para siempre.

Es increíble que crecer cueste tanto. ¿Por qué nos aferramos a todo lo que sabemos que tiene fecha de vencimiento? El colegio es una de esas cosas a las que nos acostumbramos toda la vida, hasta que un día descubrimos que, así como todo lo demás, eso también tenía fecha de vencimiento. No sé bien que es lo que más me entristece de todo esto: quizás sea el hecho de que desperdiciamos unos cuantos años en hacer amigos y compartir cosas para que al fin y al cabo todos terminemos tomando caminos diferentes, o quizás tan sólo lo que más nos duele, lo que más nos molesta es que llegó la hora, LA HORA DE CRECER.

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